Los primeros equipos de protección personal, como armaduras, botas y guantes, se diseñaron para proteger el cuerpo del usuario de cualquier daño.En el siglo XVI, los médicos europeos contra la peste, para prevenir infecciones al tratar con pacientes con peste, usaban ropa protectora que consistía en overoles, cascos, gafas, gafas, guantes y botas.